
Carmen llegó a nuestro centro en una mañana de octubre, con una expresión que conocemos bien en consulta. Esa mezcla de esperanza y cansancio de quien lleva meses conviviendo con un dolor que nadie termina de entender. A sus 48 años, esta administrativa había desarrollado una estrategia peculiar: siempre llevaba unas bailarinas en el bolso. ¿Por qué? La respuesta estaba en sus pies.
«Doctor, es como si tuviera una piedra clavada en el pie», nos explicaba Carmen mientras se quitaba los zapatos con evidente alivio. «Al principio pensé que era algo del calzado, pero esto va a más.»
Su historia era típica pero no por ello menos preocupante. Seis meses de dolor progresivo en la parte delantera del pie derecho. Un dolor muy particular: como descargas eléctricas que se disparaban hacia los dedos tercero y cuarto cuando caminaba. Carmen lo describía como «una quemadura que viene y va, pero que últimamente viene más y se va menos.»
Como profesionales especializados en dolor de talón y otras patologías del pie, sabíamos que era fundamental realizar un diagnóstico diferencial exhaustivo.
Durante la anamnesis, Carmen nos fue desgranando los detalles que nos dieron las primeras pistas:
Lo que más le preocupaba no era solo el dolor físico, sino cómo estaba limitando su día a día. «Me da vergüenza quitarme los zapatos en reuniones, pero a veces no puedo más», nos confesaba.
El examen físico fue revelador. El signo de Mulder fue positivo de inmediato. Este test, que consiste en comprimir lateralmente el antepié mientras se presiona el espacio intermetatarsal, provocó en Carmen ese dolor característico que ya conocía demasiado bien.
Pero hubo algo más. El «click» palpable.
Ese sonido sutil que confirma la presencia de una masa móvil entre los metatarsianos. Carmen lo sintió y nosotros también. Su cara de sorpresa fue evidente: «¿Eso qué ha sido?»
En Centro Podológico Henao, la ecografía en podología es una herramienta fundamental para el diagnóstico preciso. No nos gusta trabajar con suposiciones. Y en el caso de Carmen, la imagen no dejaba lugar a dudas:
Una lesión hipoecoica, perfectamente delimitada, de 7 milímetros de diámetro, situada exactamente donde esperábamos encontrarla: entre las cabezas del tercer y cuarto metatarsiano. El neuroma de Morton había aparecido en pantalla con claridad meridiana.
«¿Eso es lo que me duele?», preguntó Carmen señalando la pantalla. Efectivamente, esa pequeña masa era la responsable de meses de sufrimiento.
La tecnología ecográfica avanzada nos permite no solo confirmar el diagnóstico, sino también evaluar el tamaño exacto de la lesión y planificar el tratamiento más adecuado.
Neuroma de Morton en el tercer espacio intermetatarsal del pie derecho. Un diagnóstico claro para una paciente que por fin tenía nombre y apellidos para su dolor.
Le explicamos a Carmen qué era exactamente lo que tenía. El neuroma de Morton no es realmente un tumor, sino un engrosamiento del nervio plantar que pasa entre los dedos. Es como si el nervio estuviera «atrapado» entre los huesos metatarsianos, siendo comprimido constantemente al caminar, especialmente con calzado estrecho.
Carmen reunía varios factores que habían contribuido al desarrollo de su neuroma:
Por ello, consideramos fundamental realizar un estudio biomecánico de la pisada completo para entender los factores que habían contribuido al desarrollo de esta patología.
En Centro Podológico Henao diseñamos un plan integral para Carmen:
Carmen salió de consulta con una sonrisa. Por primera vez en meses, sabía exactamente qué le pasaba y, más importante, tenía un plan para solucionarlo.
En casos como el de Carmen, cuando el tratamiento conservador no es suficiente, también ofrecemos opciones más avanzadas como la electrólisis percutánea musculoesquelética o la neuromodulación, siempre adaptándonos a las necesidades específicas de cada paciente.
Si has llegado hasta aquí es porque algo de esta historia te resulta familiar. Ese dolor punzante en el antepié, esa sensación de tener algo en el zapato, esas descargas hacia los dedos…
El neuroma de Morton es más común de lo que piensas, especialmente en mujeres entre 40 y 60 años. Y como en el caso de Carmen, el diagnóstico precoz es clave para un tratamiento exitoso.
En Centro Podológico Henao somos especialistas en el diagnóstico y tratamiento del neuroma de Morton. Contamos con la tecnología más avanzada, incluyendo ecografía de alta resolución, y años de experiencia tratando casos como el de Carmen.
No dejes que el dolor limite tu vida. Si sientes molestias similares a las que describía Carmen, es momento de actuar.
Nuestro equipo de podólogos especialistas está preparado para ofrecerte un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado. Desde plantillas a medida hasta las más avanzadas terapias con INDIBA, tenemos la solución que necesitas.
📞 Contacta con nosotros y agenda tu cita. Como Carmen, tú también puedes volver a caminar sin dolor.